Esta mañana el Pleno de las Juntas Generales de Alava ha aprobado una Norma Foral que modifica el procedimiento de aprobación de los presupuestos de las entidades locales alavesas.
Los titulares de prensa dicen que las Juntas Generales obligan a Maroto a presentar presupuestos, pero la Norma aprobada va mucho mas allá.
El Partido Nacionalista Vasco presentó la Proposición de Norma Foral tras conocer que Javier Maroto retiraba los presupuestos del Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz antes de debatirlos para intentar gobernar mediante decretos de alcaldía. De esta manera hurtaba el debate presupuestario al Pleno del Ayuntamiento en el que no tiene mayoría.
Ese fue el factor desencadenante de la presentación de la Norma, pero con el texto presentado, y aprobado esta mañana por el Pleno, se ha logrado reforzar la obligación que todas las entidades locales tienen de intentar al menos dotarse de presupuestos.
En la aprobación de esta Norma el Partido Nacionalista Vasco ha contado con el apoyo del Partido Socialista, y con la lógica negativa del Partido Popular que no pretende otra cosa que impedir que en Vitoria-Gasteiz las decisiones presupuestarias las tome el Pleno, y no solo el alcalde.
Ha sorprendido a algunos la abstención de Bildu, y más aún que el fundamento para adoptar esa postura haya sido que tenían dudas sobre las posibilidades de que el anunciado recurso de Javier Maroto contra la Norma acabe prosperando.
A quienes vivimos el día a día de la política alavesa sin embargo no nos ha extrañado en absoluto la postura de Bildu, cuya finalidad última no es otra que impedir que el Partido Popular se quede solo.
El inicio de la legislatura se caracterizó por los pactos entre Partido Popular y Bildu en el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz. Todos recordamos los acuerdos en torno al BAIC, la Estación de Autobuses, o los más recientes en torno a la liquidación de la ARICH.
Menos conocidos resultan sin embargo otros acuerdos entre el Partido Popular y Bildu que quizás puedan explicar lo ocurrido esta mañana. Entre estos acuerdos se encuentra el alcanzado en torno al denominado “Plan de Viabilidad” de Agurain. Este acuerdo, urdido entre la Diputación gobernada por el Partido Popular y el Ayuntamiento gobernado por Bildu, hipoteca las políticas del Ayuntamiento de la llanada para los próximos 15 años y garantiza que durante esta legislatura Bildu podrá hacer inversiones en el municipio. So pretexto de garantizar la viabilidad económica del Ayuntamiento se garantiza a Bildu financiación para hacer inversiones. Esta misma línea de entendimiento entre Bildu y el Partido Popular se aprecia en otros Ayuntamientos como el de Laudio o el de Aiala. Se trata en todos los casos de municipios en los que el Partido Nacionalista Vasco es una fuerza política importante. El objetivo que une a fuerzas teóricamente antagónicas está claro en todos los casos. Intentar debilitar al PNV.
Las conversaciones entre Bildu y el Partido Popular en torno a otras cuestiones que tienen que ver fundamentalmente con la financiación municipal han sido una constante durante los últimos meses.
Estos pactos políticos son legítimos, pero no deben ser escondidos a la ciudadanía. Bildu debe explicarlos, porque para una inmensa mayoría conductas como la de esta mañana resultan inexplicables, y Bildu debe decidir si quiere formar parte de la alternativa al Partido Popular o prefiere obtener de éste unas buenas condiciones para los municipios que gobierna.
Tendremos la oportunidad de comprobarlo en breve, ya que en las próximas semanas se tramitarán en las Juntas Generales Normas Forales en las que Bildu deberá necesariamente retratarse.
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